martes, 6 de diciembre de 2011

Las hormiguitas lo hacen mejor


Parece, de acuerdo a consenso, y consejo de amigos, que tengo rinitis estacional. Así es, mi nariz llena de mocos (duros) entorpece el libre paso del aire a mis pulmones. Se atora entre tanto tejido indeseable en mis fosas nasales. Y eso, me causa dolor de cabeza y un severo mal humor.

Lo mismo me sucede con los embotellamientos. Algún idiota entorpece el tráfico, y el libre flujo de autos a su destino. Termino igual que con la rinitis, con dolor de cabeza y un severo mal humor. Y lo mismo pasa en el metro o en el metrobús. Alguien se instala en la puerta, y ni deja entrar ni deja salir. Entorpece el libre paso de los usuarios. Y termina uno con dolor de cabeza, mal humor y varios codazos y empujones.

Pareciera que el ser humano esta condicionado genéticamente a ser gandalla. Pero después comparo con otros países, y me llevo la sorpresa de que no es un asunto de genética, sino cultural. En lugares de Europa, la gente cede el paso, respeta las señales, es conciente que junto de él, hay más personas, y por respeto a ellas, se abstiene de cometer estupideces.

Aquí no. Aquí tenemos que estar a las vivas, no vaya a ser que aparezca don Chingón con su carro y se le atraviese al metro bús, o vaya a pasar su señora, doña Chingona y abra el paso de la fila usando a su hijo o hija como ariete. Nos topamos con su hijo mayor, Chingón Jr. oyendo su Ipod en el Metrobús, sentadito en el vagón de las mujeres, o a la señorita doña Chingoncita, arrastrandose por debajo de los torniquetes del metro por que el poli se descuidó. No podía faltar el nene, Chingoncito, golpeando a su compañerito, para sacarle 5 pesos.

La gente se aprovecha de una autoridad meramente ornamental. Se nos ha mermado la posibilidad de hacer algo al respecto. Dile algo al imbécil que viene en el vagón de damas y hasta una bofetada te anda dando. total, quien lo tiene que arreglar es el policía, que está muy ocupado comiéndose su torta de tamal, y luego se burla de ti por quejarte. Ese microbusero que te chocó tu caro, solo necesita ponerse de acuerdo con el poli para que lo dejen ir, y tú pagas tu golpe. La autoridad apoya sólo al mejor postor.

Obviamente el problema viene desde más alto, su jefe no le dice nada, pes por que su jefe no le dice nada a él. Y así, escalando esta pirámide de indiferencia, nos topamos con líderes que están preocupados por su beneficio y sus ganancias, que por el bienestar social. Ellos no viajan en metro ni en micro, ni en metrobús. Ellos no tienen que lidiar con los polis, con los choferes, o con la señora histérica. Ellos no deben soportar a la burócrata con jeta que te trata peor que a cucaracha. En su burbuja se han preocupado de poner en marcha las construcciones, lo aparatoso, lo que se ve. La infraestructura, les viene, y les ha valido pepino desde que uno tiene memoria.

Estoy de acuerdo que ellos no pueden monitorear físicamente lo que sucede en estas infraestructuras, pero ciertamente, la autoridad ha dejado de ser estricta, y se ha vuelto, no blanda, sino una verdadera burla. Jóvenes de 15 años pueden insultar a un oficial, pero el oficial no los puede tocar. Ante la impotencia, aplicamos el valemadrismo.

¿Cuándo fue, que perdimos poder? somos impotentes aún contra nuestro vecino. Y por decir impotente, me refiero a que hemos perdido hasta el poder de convivir. El DF, siendo una de las ciudades más grandes del mundo, no es una comunidad, sino un espacio que alberga individuos NO dispuestos a colaborar.

En Estados Unidos, gane la presidencia quien la gane, el resto de los políticos se UNEN para colaborar sea como sea el plan a seguir. En México no. Sea quien gane la presidencia, el resto sólo se dedica a ver como le mete el pie, cómo desacreditarlo, cómo quitarlo del poder. Y ésto ha sido durante siglos, ¿Cómo esperan nuestros señores políticos que creamos sus discursos llenos de palabras como "unión" "juntos" "alianza", etc? Ellos mismos demuestran que su poítica es egoísta. Pienso traer bienestar al país, pero sólo si se hace como YO digo. No he visto un sólo político que sepa trabajar en equipo. Es risible cómo forman sus clubs de Toby, y al final se terminan peleando entre ellos. Si de verdad buscaran un bienestar al país no se estarían peleando. Es más que obvio que si se pelean es por intereses personales. Lo que a mí, personalmente me ha hecho perder la fe en los señores que intentan gobernarnos.

¿Alguien de ustedes conoce a un político que sepa trabajar en equipo? Esperemos que algún dia salga a la luz. Viéndolo desde otra perspectiva, el señor candidato que le da la espalda a su partido como López Obrador lo acaba de hacer con su típico cinismo diciendo "no voy a seguir la plataforma electora de mi partido", es igual o peor que el imbécil que se mete al vagón de damas y se siente ofendido cuando le dices que se pase para atrás. Igual de irrespetuosos, igual de ofensivos, igual de gandallas.

En fin, Mi rinitis no me permitió buscar un buen tema del cual hablarles, estos mocos gandallas atiborran mi nariz, así que hoy me dedicaré a sacar mi chamba mientras busco aspirinas para mi dolor de cabeza y escucho a Sting para mi mal humor.

1 comentario:

  1. La (posibilidad de) reelección de alcandes y legisladores es la solución. Hoy los jugosos sueldos que gozan no dependen de nuestra satisfacción (o no) de su actuación. En EUA, GB, Francia, Alemania etc sí.

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